domingo, 12 de setembro de 2010

Pra não esquecer

http://www.sibila.com.br/index.php/poemas/1291-historias-de-alcohol


Me pregunto si la pasión de aquellos que llamamos revolucionarios parte de una especie de intoxicación así, un deseo por liberarse de los límites de una vida insignificante y un mundo ordinario, un deseo de comprometerse devotamente con una gran causa.
.
.
.
En la primavera de 1983, participé en la conferencia de escritores Zunyi, donde me uní al la multitud para el recorrido de la fábrica de vino Dong. El almuerzo fue suntuoso, había una joven en cada mesa para hacernos compañía mientras bebíamos. Uno detrás de otro, los escritores tomaban tragos con las chicas. Al principio, las jóvenes se resistían recatadamente, pero a medida que el tiempo transcurría, se colocaron pronto a la ofensiva emparejándose en los tragos, primero de uno en uno, luego tomando tres por cada uno de los escritores, hasta que finalmente los hombres que tenían la esperanza de tomar la delantera, fueron obligados a pedir clemencia. Más tarde me enteré que eran empleadas especialmente seleccionados por la destilería. Podían tomar alcohol como agua y nunca emborracharse. La destilería había tendido esta trampa para reformar a hombres lujuriosos.